Contenidos
- 1 ¿Sabías que uno de los objetivos que tienes como abogado es conseguir que tu cliente piense en tí cada vez que tenga un problema jurídico?
- 2
Pero, ¿en qué debemos basar nuestro posicionamiento?
- 2.1 Es necesario diferenciarse
- 2.2 El elemento de diferenciación debe ser inimitable
- 2.3 El posicionamiento del despacho debe aportar beneficios
- 2.4 El posicionamiento debe ser coherente
- 2.5 Sí, esto está muy bien, pero ¿por dónde empiezo?
- 2.6 Estos son 4 sencillos pasos para desarrollar una correcta estrategia de posicionamiento.
- 2.7
¿Sabías que uno de los objetivos que tienes como abogado es conseguir que tu cliente piense en tí cada vez que tenga un problema jurídico?
Probablemente estarás pensando que no tiene mucho sentido. Ej: los clientes sólo se divorcian una vez (o no), o si tienen un problema penal.
Probablemente tengas razón, pero si mañana ese cliente tiene algún otro tipo de problema y se ha quedado con buen «sabor de boca» después de haber acudido a tí, lo volverá a hacer. Tenlo por seguro.
Cuando hablamos de posicionamiento de nuestra marca o producto en el campo del marketing en general, nos referimos a la posición que dicha marca o producto ocupa en la mente del consumidor. En el ámbito del marketing jurídico, estaremos refiriéndonos a aquella imagen que de nuestro despacho o servicio que ofrecemos, podrán tener nuestros clientes o los consumidores en general.
Como podéis observar este factor es clave ya que determinará en gran parte de nuestra estrategia de marketing en función de que el posicionamiento actual de nuestra marca de despachos sea el deseado o no. Por ejemplo, si dentro de nuestros objetivos está el de aparecer en el mercado como un despacho especializado en derecho civil, nuestra estrategia de publicidad no podrá sólo centrarse en aparecer en medios de comunicación hablando de la última Reforma del Código Penal ya que, aunque esta vía nos otorgue mucha notoriedad, se aparta notalmente de nuestro posicionamiento deseado.

Pero, ¿en qué debemos basar nuestro posicionamiento?
Para responder a esta pregunta, en nuestra opinión deberíamos centrarnos en varios elementos con carácter previo.
Es necesario diferenciarse
Para desarrollar cualquier estrategia de posicionamiento debemos ser conscientes de la necesidad de diferenciarnos. Por ejemplo, en un entorno de abogados generalistas, si en nuestro despacho nos dedicamos a trabajar de igual modo de forma generalista en cualquier área temática, deberemos trabajar el posicionamiento de nuestro despacho para diferenciarnos en base a otro elemento como el precio, y no por la materia a la que nos dediquemos.
El elemento de diferenciación debe ser inimitable
El elemento diferenciador que elijamos debe ser, en la medida de lo posible, inimitable, ya que de esta forma conseguiremos que nuestro posicionamiento sea más sólido siendo más difícil que nos eliminen nuestro elemento diferenciador. En este sentido, por eso decimos un despacho de abogados que se diferencia en base a precio tiene mucho peligro en la medida que sus competidores pueden también bajar sus precios eliminando, por tanto dicho elemento diferenciador.
El posicionamiento del despacho debe aportar beneficios
El posicionamiento de la marca de nuestro despacho, debe aportar beneficios que sean relevantes para el consumidor en cuestión, es decir, que tengan peso como para identificarnos rápidamente en cuanto los consumidores tengan una necesidad de contratar servicios jurídicos. Por ejemplo, si nuestro despacho quiere posicionarse como experto en la asesoría de empresas en el sector pesquero español, después de, entre otras cosas, desarrollar una estrategia de marketing adecuada, sólo en la medida en que aportemos un beneficio concreto a dichas empresas (p.ej. rapidez en el servicio, cobertura para atender a las empresas ubicadas en zonas costeras, conocimiento de la legislación específica, etc.), nuestro posicionamiento podrá resultar exitoso en dicho mercado.
El posicionamiento debe ser coherente
El posicionamiento deseado debe ser coherente con nuestra estrategia de comunicación. Esto aunque parezca evidente muchas veces no lo es tanto.
Sí, esto está muy bien, pero ¿por dónde empiezo?
Estos son 4 sencillos pasos para desarrollar una correcta estrategia de posicionamiento.
- Conocer un atributo o característica concreta de nuestro servicio. Por ejemplo, el hecho de ser un despacho que se dedica a asesorar a PYMES que se encuentren en situación de concurso de acreedores.
- Conocer la posición de la competencia en relación a la característica anterior. En nuestro ejemplo, conocer y analizar que despachos se dedican al mismo servicio y cuál es el detalle de las características de dichos servicios que ofrecen. ¿Existen más despachos que se dedican de forma especializada a asesorar a empresas pequeñas en situación de concurso de acreedores? Y si es así, ¿en qué son mejores o peores como despacho?
- A continuación deberemos decidir nuestra estratega en base a nuestra ventaja competitiva (siempre tiene que existir alguna, si no es así deberemos volver a al punto 1)).
- Finalmente debemos comunicar nuestro posicionamiento al mercado mediante acciones potentes de publicidad (Online u Offline).
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