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Sin duda una de las técnicas más eficaces del marketing jurídico es la de desarrollar un blog jurídico con contenidos de calidad. Evidentemente como abogados y responsables o colaboradores de un despacho tendremos motivaciones distintas para abordar este proyecto, pero en cualquier caso, si nos decidimos por hacerlo deberemos cumplir con los mínimos requisitos en cada artículo que nos propongamos escribir.
Define tu audiencia
Lo primero que debemos hacer es identificar nuestro target o público objetivo del blog; es seguro que cuando decidimos crear un blog estudiamos y analizamos cuáles son nuestros objetivos con éste de forma alineada con los objetivos del despacho. Ej. Si decidimos crear un blog sobre derecho tributario, entonces debemos tener en cuenta a qué público nos queremos dirigir con dicho blog. Si nos dirigimos a particulares, el contenido que empleemos en la redacción de los diferentes posts será distinto de si, por el contrario, nos dirigimos a responsables financieros de empresas.
Comienza con un tema y elige de forma correcta el título.
A continuación deberemos elegir el tema sobre el que vamos a escribir nuestro post. Ese tema en un principio debe ser amplio, y nos servirá para reflexionar posteriormente sobre qué claves o elementos vamos a incorporar en nuestro post. Por ejemplo, si nuestro blog está dedicado a derecho laboral y decidimos escribir un post sobre los autónomos, posteriormente ya decidiremos qué temática vamos a tratar de forma concreta.
Posteriormente, una vez decidido qué aspecto concreto vamos a tratar dentro del tema decidido, elegiremos un título “atractivo” que invite al post a ser leído. Por ejemplo, en nuestro caso, dentro de la temática de los Autónomos, podremos decantarnos sobre la problemática del falso autónomo”, y elegir como título el siguiente: “Cómo identificar rápidamente a un falso autónomo”.
Por tanto 3 pasos habrá que seguir:
a) Elegir temática.
b) Centrar el tema del post.
c) Elegir el título de forma que captemos la atención del lector.
Escribe una introducción (y haz que llame la atención).
Una vez elegido el título es importante que redactemos una introducción para nuestro post lo suficientemente cautivadora para que el lector siga leyendo tu post. En este punto y a modo de pista podemos utilizar alguna anécdota describiendo la problemática a tratar o alguna sentencia curiosa con las notas más destacables que sirva para introducir el contenido total del post.
A continuación debes explicar el propósito del post y qué “problema” o cuestión pretendes abordar.
Organiza el contenido
En muchas ocasiones el contenido del post supone aportar mucha información que si no está correctamente colocada en el post, guardando unas reglas mínimas de forma, ello puede provocar que el lector deje de leer dicho post. Para evitar esto, es conveniente que realices un pequeño índice en el que te bases para ir redactando el contenido de tu post. De igual forma, deberás utilizar títulos para cada uno de los bloques, con tamaño de letra de un tamaño superior y en negrilla.
Siguiendo con nuestro ejemplo, podemos agrupar nuestro post en torno al siguiente índice con los subtítulos que señalo a continuación:
• Qué es un falso autónomo
• ¿En qué resulto perjudicado?
• ¿Cómo se si soy un falso autónomo?
• La figura del TRADE
• ¿Qué puedo hacer?
Escribe
Este es el paso siguiente, aunque no el último, y teniendo en cuenta que has seguido los pasos anteriores, es importante que sigas el esquema elaborado anteriormente y si necesitas información adicional, que la busques. Igualmente no te preocupes de la longitud del artículo, aunque una duración entre 800 y 1200 palabras es más que suficiente.
Edita y revisa tu post
Este es el paso final, y no el anterior, y quizás es el más importante. Aparte de revisar las faltas ortográficas y que el contenido de la redacción tenga sentido, deberás incorporar los siguientes elementos a la redacción de tu post:
- Imagen asignada al post. Es importante que selecciones una imagen que acompañe al post en su traslado a las redes sociales. Normalmente el editor de tu blog, sea Blogger o WordPress por ejemplo, te permite seleccionar una imagen que cumpla este objetivo.
- Imágenes complementarias. A lo largo del post deberemos incluir imágenes que ayuden a clarificar el contenido del texto y que lo convertirán en mucho más atractivo.
- Apariencia visual. Deberemos guardar las mínimas reglas formales sobre la estética del post. Y no nos referimos sólo a la utilización de imágenes sino a que el post tenga una apariencia atractiva, que éste claro y que invite a la lectura.
- Etiquetas. Las etiquetas son palabras que ayudan a clasificar el contenido de tu post. Sirven para localizar mejor aquellos contenidos que realmente interesan. Como truco diré que, en mi opinión es mejor pensar en diversas etiquetas que pensemos en adjudicar al post y a continuación escribir el post, que hacerlo al revés, así nos aseguramos que el contenido que realmente escribamos sea el que verdaderamente pretendemos buscando la eficacia de la etiqueta.
- Llamada a la acción al final del post. Cuando el lector termine de leer tu artículo, deberemos intentar que haga algo siguiendo nuestra intención: suscribirse a nuestro blog, ponerse en contacto con nosotros o leer otro artículo. No tengas miedo y pídeselo al mismo tiempo que se lo facilitas, insertando un enlace a tu otro artículo o señalándole el formulario que quieres que siga para suscribirse.
Y apartir de aquí solo tienes que compartir el artículo en redes sociales y con aquellos contactos o clientes potenciales necesarios dependiendo de tu estrategia concreta.
Si sigues estas pistas, no sólo facilitarás que Google posicione tu artículo en los primeros puestos sino que ayudarás a mejorar tu imagen de marca.
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