Contenidos
- 1 Los contenidos digitales de mi web del despacho, y sobre todo el momento de su identificación constituye uno de los momentos más difíciles de la construcción de la web. En innumerables casos nos vienen dudas sobre qué enfoque dar a nuestro contenidos.
- 2 ¿Y qué ocurre con los canales de distribución de los contenidos digitales? ¿Deberán ser también diferentes?
- 3 ¿Y cuáles pueden ser los distintos perfiles consumidores de nuestros contenidos digitales?
Los contenidos digitales de mi web del despacho, y sobre todo el momento de su identificación constituye uno de los momentos más difíciles de la construcción de la web. En innumerables casos nos vienen dudas sobre qué enfoque dar a nuestro contenidos.
Sin embargo, para analizar el tratamiento de los contenidos digitales, realmente conviene empezar la casa por los cimientos y no por el tejado.
A día de hoy siguen existiendo despachos de abogados que tiene la intención de construir una web para su despacho de abogados, sin tener en cuenta todos los elementos relevantes para dicha página. Y cuando digo todos, me refiero no solo los vinculados directamente con dicha página, como podrían ser la estética, el nombre de la web, plantilla, incluso un pequeño calendario de contenidos para el blog jurídico, en el caso en que decidieran construir uno.
Sin embargo, se olvidan quizás del elemento más importante y, por lo menos previo, que cualquier abogado que decida montar una web, y mucho más tratándose de un web de un despacho de abogados, debería tener en cuenta: ¿Cuál es el público objetivo al que va dirigida nuestra web? Es decir, ¿quien quieres que visite tu web?
Evidentemente, no será lo mismo que tu web sea visitada por directores de asesorías jurídicas o por directores de RRHH o por afectados de clausulas suelo. Y no me estoy refiriendo a las temáticas o especialidades que normalmente estarán vinculados con las especialidades del despacho. Me estoy refiriendo al tipo de audiencia o, más concretamente, lectores que tendrán diferentes perfiles, y que, por tanto, buscarán diferentes tipos de contenidos.
¿Y qué ocurre con los canales de distribución de los contenidos digitales? ¿Deberán ser también diferentes?
Efectivamente.
Si tomamos como referencia los diferentes canales de distribución de contenidos digitales que existen, con carácter general en el mercado, estos pueden adoptar enfoques diversos.
Ej. Un canal, en estos momentos, extremadamente muy popular como Youtube para el despacho de abogados, basado en la distribución de videos tendrá un tipo de audiencia, y por otra parte, permitirá un enfoque diferente con respecto a lo que permite una red social como Linkedin. Esto se debe principalmente no solo al soporte que se utiliza de forma diferente en estos dos tipos de canales; en youtube, el formato video, y en Linkedin, contenidos en forma de artículos o publicaciones dentro de la propia red social, o la mera distribución de enlaces de contenidos de internet entre los diferentes seguidores. Igualmente también hay que tener en cuenta el tipo de perfil de usuario de cada uno de estos canales, que también será muy diferente.
¿Y cuáles pueden ser los distintos perfiles consumidores de nuestros contenidos digitales?
En principio dependerá del público objetivo que, dentro de la estrategia del despacho, se haya definido. Es por eso por lo que siempre decimos que la estrategia de la web deberá depender y ser coherente con la estrategia general del despacho. Pero unos posibles ejemplos de perfiles tipo podrían ser, dependiendo de la especialidad elegida:
-
El profesional jurídico o responsable de asesoría jurídica de una empresa.
Esta persona busca subcontratar un despacho de abogados para resolver un litigio concreto o, por el contrario, que busca una relación jurídica más continuada. En este caso, este profesional probablemente sea abogado y conozca ya la temática, en el ámbito de la especialidad en cuestión del despacho que está buscando. El principal motivo de su búsqueda es bien por optimización de costes, bien por una necesidad de encontrara un especialista más concreto que le lleve dichos asuntos.
En este caso, la web del despacho deberá «destilar»conocimiento y experiencia, bien a través de un blog jurídico, bien a través de otras secciones de la propia web como «publicaciones», «distinciones», «testimonios», etc.
Igualmente es importante, tener en cuenta que los contenidos aportados en este caso deberán ser rigurosos, como no podía ser de otro modo, aunque se permite en este caso la utilización del lenguaje técnico con un mayor margen ya que el lector, como decíamos, también conocerá los temas y no tendrá ningún problema en la interpretación de la jerga jurídica.
-
El particular que ha tenido un problema y está buscando un profesional que le asesore para un tema concreto.
En este caso, este perfil de persona probablemente no conozca ni las especialidades, temáticas o ámbitos del derecho en el que puede operar un abogado, o si los conoce, será de forma muy ligera. Por ese motivo, el contenido a utilizar en dicha web deberá ser muy cuidado aunque con un enfoque diferente al caso anterior. El abogado deberá preocuparse de que la persona que vaya a leer dicho contenido lo entienda en su totalidad. Para ello deberá limitar la jerga jurídica, deberá poner numerosos ejemplos para facilitar la comprensión del lector, etc.