Contenidos
- 1 ¿Cuáles son las ventajas de darle más peso a la marca personal sobre la profesional?
- 2 Eso está muy bien pero, ¿qué ocurre con la marca de mi despacho? ¿Un cliente contrata un despacho o un abogado concreto?
- 3 Pero, ¿qué relevancia tiene todo esto para la estrategia de marketing jurídico que ponga en marcha el despacho?
En ocasiones hemos recibido consultas sobre la pertinencia o no de construir y diseñar una marca personal distinta de la profesional en el marketing jurídico. En definitiva, nos cuestionamos si en el entorno actual de competencia feroz en el sector, sobre todo en despachos pequeños o medianos es oportuno separar ambos posicionamientos o no.
Evidentemente partimos de una idea básica: y es que en el mundo actual con el peso de internet, a los profesionales se les debe conocer por su nombre, tienen identidad propia, es más, nunca se sabe cómo podemos evolucionar, por lo que entendemos que nuestra marca personal debe tener una autonomía que vaya con nosotros.
¿Cuáles son las ventajas de darle más peso a la marca personal sobre la profesional?
1- Si tienes más de un proyecto profesional. En este caso, deberás primar tu marca personal, eso sí, conservando de forma autónoma las marcas de tus diferentes proyectos, acudiendo a ellos para promocionarlos según los casos.
2- Estás buscando inversión para tu proyecto. Igualmente en este supuesto, en nuestra opinión se debería mantener un perfil independiente ya que aunque ese perfil personal esté actualmente ligado con un potencial proyecto profesional, es importante que también nos asocien con nuestras habilidades y capacidades profesionales actuales.
3- Si tienes un blog personal donde muestras tus capacidades, es interesante que salvaguardes y protejas en ese sentido tu marca personal de igual manera.
4- Si tienes una trayectoria personal con éxitos pero también con fracasos, es importante que seas consciente de ello y de la misma forma que “presumes de tus habilidades en positivo”, no tengas inconveniente en ser consciente de que tus fracasos también enriquecen tu proyecto.
Eso está muy bien pero, ¿qué ocurre con la marca de mi despacho? ¿Un cliente contrata un despacho o un abogado concreto?
La respuesta es evidente. Depende.
En nuestra opinión éstas son las variables que habría que analizar.
1- Grado de confianza que nos ofrece el despacho. Cuando la marca del despacho no es lo suficientemente potente, los miembros del despacho adquieren todo el protagonismo. Puede ocurrir que un cliente contrate un despacho porque sea éste el que ofrezca toda la confianza necesaria, o cuando ésta sea inferior se acuda a un despacho por los miembros que formen parte de él.
2- Tamaño del despacho. En muchas ocasiones, el volumen o importancia de los asuntos del despacho, están directamente relacionados con el nivel de confianza del que hablábamos anteriormente.
Pero, ¿qué relevancia tiene todo esto para la estrategia de marketing jurídico que ponga en marcha el despacho?
Pues mucha, ya que deberemos conocer cuáles son las motivaciones que tienen nuestros clientes para contratar nuestros servicios como titulares de un despacho de abogados. No será lo mismo que asumamos que los clientes están acudiendo a “nuestra puerta” por nuestra marca personal, o por la marca que tiene nuestro despacho en el mercado. Esta realidad provocará que la estrategia de fidelización en el marketing jurídico que se deba realizar, en el caso de que el factor determinante de contratación sea el abogado, deberá estar vinculado con su «persona»; mientras que será el despacho y su “maquinaria” quien deberá desarrollar esa política de fidelización como modo de potenciar aún más su marca cuando ha sido ésta la determinante para la captación del cliente.
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